Nuestra misión es “reflejar el rostro de Cristo a todos los que encontramos”. Como una familia de Dios amistosa y hospitalaria, nos esforzamos por vivir nuestra fe a través de una adoración vital y gozosa, honrando nuestra diversidad como pueblo de Dios, trabajando intencionalmente para crecer en la fe, sirviendo a nuestro prójimo y compartiendo el mensaje de amor y gracia de Dios.